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¿MIEDO A IR AL DENTISTA?

La dentofobia, conocida como el miedo a ir al dentista, es una causa muy común de rechazo ante un tratamiento dental.

La ansiedad del paciente ante un tratamiento odontológico en sí puede generar desde aceleraciones del pulso cardíaco, temblores, dolor de estómago, dificultad para respirar… y por supuesto puede terminar en abandono del tratamiento por parte del paciente ante la ansiedad generada.

Este pánico al dentista repercute en un empeoramiento de la salud bucodental.

Para solucionar este miedo al dentista contamos con herramientas para rebajar la ansiedad: crear un ambiente de confianza y seguridad, un trato amable, un entorno libre de estrés… En el caso de los niños es importante que acudan a revisiones periódicas para que no asocien el dentista a hacer tratamientos y crear experiencias positivas.

Pero, en situaciones en las que el paciente tiene mucha ansiedad, estrés o miedo ante una operación, tenemos la sedación consciente intravenosa, que permite que se relaje pero que siga respondiendo a estímulos externos.

¿Qué es la sedación consciente?

La sedación consciente intravenosa consiste en la administración de fármacos sedantes al paciente por vía venosa para llegar a un estado controlado de relajación en el sistema nervioso y reducir la ansiedad.

Este procedimiento no es doloroso y sus efectos son inmediatos, el paciente nunca pierde el conocimiento y es realizado siempre por un médico especialista en anestesiología, reanimación y terapia del dolor.

La recuperación es rápida y el paciente puede retomar su día a día poco después de la sedación.

¿Cuándo se utiliza la sedación consciente?

Se puede realizar bajo sedación consciente cualquier tratamiento dental. Los tratamientos odontológicos en sí no son dolorosos, ya que se realizan bajo anestesia local. Pero en algunos casos a petición del paciente o por consejo del especialista, es posible recurrir a la sedación consciente para evitar al paciente el estrés o miedo derivado de realizar el propio tratamiento.

Proceso para la sedación consciente

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Análisis previo

Una vez orientado el tratamiento y determinado que será realizado bajo sedación consciente, se solicitarán una serie de pruebas médicas que el anestesista evaluará para determinar los factores de riesgo que puedan existir y la idoneidad del tratamiento de sedación.

El médico anestesista determinará la pauta previa al día del tratamiento, el personal de la clínica se encargará de revisar que todo esté a punto y se prepararán todos los medicamentos necesarios.

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El día de la cirugía

Cuando el paciente llegue a consulta, el médico anestesista se encargará de coger una vía al paciente para la administración de los fármacos mediante suero.

Tomará registros de la presión sanguínea y del pulso. Y se le colocará al paciente un aporte suplementario de oxígeno durante la sedación. El paciente debe acudir acompañado de un adulto este día.

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Finalizada la cirugía

Una vez se ha realizado el tratamiento dental, el médico anestesista devolverá al paciente a su estado de consciencia normal y registrará su presión sanguínea y su pulso.

Se retirará la vía al paciente y nuestro personal lo acompañará a una sala habilitada para descansar hasta que se encuentre cómodo para salir del centro con una agradable sensación tras el tratamiento.

Ventajas de la sedación consciente

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  • El paciente no pierde el conocimiento en ningún momento.
  • Está controlado por un médico anestesista que se encarga de monitorizar el estado del paciente, sus pulsaciones y presión sanguínea en todo momento.
  • Se realiza en la propia clínica dental.
  • Es un método efectivo y seguro.
  • Los medicamentos son asimilados rápidamente, lo que permite controlar la profundidad de la sedación y adaptarla a las necesidades del paciente y del tratamiento.
  • Es muy fácil devolver al paciente a su estado normal a finalizar el tratamiento, dejando una agradable sensación de olvido.