
- Sensibilidad al frío y, posteriormente, al calor.
- Dolor al masticar.
- Aparición de flemones.
- Cambios de coloración en los dientes.
- Dolor espontáneo que aparece de forma repentina. Su intensidad puede variar de media a grave, disminuir o intensificarse a lo largo del día y empeorar al masticar.
- Puedo necesitar una endodoncia tras haber sufrido un traumatismo.
- Las encías pueden estar reblandecidas e hinchadas alrededor del área problemática apareciendo pequeñas bolitas de pus en la zona.